La salud mental no es solo la ausencia de enfermedad. Es el equilibrio emocional, la capacidad de adaptarse a los cambios, y la forma en que nos relacionamos con nosotras/os mismas/os y los demás. En este artículo, exploramos cómo puedes cuidarla día a día, más allá del “sentirte bien” momentáneo.
La salud mental se construye todos los días
Así como cuidamos el cuerpo con alimentación o descanso, también necesitamos cuidar la mente: con límites, descanso emocional, relaciones saludables y espacios para sentir.
Hábitos cotidianos que favorecen tu salud mental
- Dormir lo suficiente: El descanso no es un lujo, es una necesidad.
- Alimentarte con presencia y sin castigo: Escuchar a tu cuerpo.
- Poner límites saludables: Aprender a decir “no” también es autocuidado.
- Expresar tus emociones: No guardarlas ni ignorarlas.
- Cultivar vínculos que te nutran: Prioriza las relaciones que te hacen sentir vista/o y respetada/o.
- Tener espacios de desconexión: Apagar pantallas y conectar con el presente.
- Buscar apoyo profesional si lo necesitas.
Cuidar tu salud mental es un acto de amor propio
No esperes a que todo colapse para darte el permiso de cuidarte. Cada pequeño gesto cuenta.
FAQ – Salud mental en la vida cotidiana
¿La salud mental solo se trata de no tener ansiedad o depresión?
No. Es un estado general de bienestar emocional, psicológico y social, no solo la ausencia de malestar.
¿Qué puedo hacer si no tengo tiempo para grandes cambios?
Pequeñas acciones conscientes (respirar, decir no, moverte 10 minutos) ya son un comienzo importante.
¿Las redes sociales afectan mi salud mental?
Sí, especialmente si fomentan la comparación constante o el consumo excesivo. Es importante usarlas con consciencia.
¿Ir a terapia es parte del cuidado de la salud mental?
Totalmente. Así como vas al médico para prevenir o tratar, la terapia es una forma de cuidar tu equilibrio emocional.